El ser humano es un ser social por naturaleza y necesita compartir espacio y vivencias con los y las demás para tener un desarrollo óptimo. Los estudios destacan la importancia del apoyo social en la mejora de las condiciones de salud y en el papel protector de la misma.
Cuando nuestras relaciones sociales no nos satisfacen, es decir, cuando aparece una discrepancia entre aquellas relaciones sociales que tenemos y las que nos gustaría tener, aparecen sentimientos de soledad no deseada. Estos tienen una serie de consecuencias negativas en nuestra salud, tanto a nivel físico, psicoemocional y social.
En este contexto, los grupos de apoyo mutuo ofrecen un espacio de aprendizaje, desahogo, identificación y refuerzo a través del apoyo socioemocional. Son espacios que tienen por objetivo ofrecer apoyo y comprensión a un grupo de personas que comparten una situación social similar o una misma problemática.
Es el sentido de pertenencia grupal, el apoyo grupal recibido, el hecho de compartir los mismos miedos, inseguridades, necesidades, angustias y temores, la escucha, la comprensión, la expresión y validación de emociones, lo que alivia los sentimientos de soledad, al sentirse participes y haber generado vínculos.
Son especialmente útiles en los casos de apoyo a cuidadores de personas en situación de dependencia, en procesos de duelo, así como en términos de prevención del suicidio.
Los grupos de ayuda mutua pueden proporcionar a las personas que se sienten solas un espacio de escucha, empatía y de comprensión mutuo, estableciéndose una red de apoyo social y emocional, que provoca una disminución de los sentimientos negativos, como la soledad no deseada y generando actitudes positivas.