Desde Viernes hemos colaborado con el Programa de Apoyo Integral a las Familias del Gobierno de Cantabria (PAIF Cantabria) al discernir sobre la soledad en la adolescencia: una etapa de transición de la infancia a la edad adulta que implica cambios biológicos, psicológicos y sociales que pueden provocar crisis y conflictos.
Hay tantas soledades como personas, ya que cada uno la siente e interpreta de manera diferente. Los adolescentes pueden sentirse solos por factores como la baja autoestima, la inseguridad o la falta de actividades. Esta experiencia de la soledad también puede acrecentarse por la pertenencia al colectivo LGTBIQ+ o por padecer una discapacidad. Herramientas como el apoyo social (presencia de amistades y familiares), la aceptación y la participación en actividades comunitarias pueden contribuir a disminuir la sensación de soledad.
Por su parte, las nuevas tecnologías pueden actuar tanto como factor de riesgo como de protección en relación a la soledad no deseada en la juventud, dependiendo de su utilización: pueden ayudar a aumentar la sensación de conectividad si son usadas de manera responsable, pero si el adolescente se aísla con ellas o las utiliza para establecer comparaciones negativas pueden resultar perjudiciales.
Es importante que la población adolescente y sus familiares, que cuentan con una mayor experiencia vital y podrán aportar ayuda, estén informados sobre los factores de riesgo y protección de la soledad no deseada.
Aunar fuerzas y colaborar con el equipo del PAIF Cantabria siempre un lujo, por ello, en esta ocasión, hablamos de la soledad en la adolescencia.
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