El pasado, 19 de marzo, se celebró el Día Mundial del Trabajo Social con el lema: ‘Buen Vivir: Futuro Compartido para un Cambio Transformador’, y desde Programa Viernes participamos en el evento que organizó el Colegio Oficial del Trabajo Social de Cantabria contando nuestra experiencia en el ámbito de la prevención de la soledad no deseada y el aislamiento social.
Fue una tarde en la que pudimos compartir nuestro trabajo con otras compañeros y compañeras, y reflexionar sobre la importancia de incorporar una mirada comunitaria en la prevención de las soledades, pues como señalaba el lema de la jornada, adoptar enfoques de intervención social innovadores que incorporen a las comunidades, y a su sabiduría y experiencia, es imprescindible para fomentar el bienestar de la población y ofrecer una respuesta colectiva a los desafíos que se nos presentan como sociedad. La soledad, en este sentido, es uno de estos desafíos actuales.
Además, pudimos comprender que la soledad es un fenómeno complejo y multidimensional, que involucra a la persona que lo sufre, pero también a su entorno y ambiente social. Por ello, argumentábamos que es una problemática a la que no puede enfrentarse solo una persona o un recurso, sino que requiere de la implicación y el compromiso de una diversidad de redes y recursos del territorio.
Creemos, en este sentido, que en la prevención de la soledad todos y todas podemos formar parte, desde instituciones y entidades público- privadas hasta asociaciones y personas a título individual, pues un fenómeno que nos interpela a todos y todas como sociedad.
Por poner algunos ejemplos, podemos contribuir fomentando recursos públicos de calidad que minimicen desigualdades sociales, generando espacios de encuentro y socialización en nuestros pueblos, haciendo los espacios públicos más accesibles, o fortaleciendo nuestras relaciones sociales de proximidad, entre otras muchas propuestas; en definitiva, articulando diversas respuestas y generando comunidad.
Por ello, en la charla compartíamos que el enfoque para abordar la soledad debe incorporar esta mirada social y colectiva, pues de no ser así se invisibilizarían sus causas estructurales y se responsabilizaría únicamente a la persona de su situación. De ahí que en las estrategias preventivas y de intervención más recientes cada vez es más frecuente recurrir a la movilización comunitaria y a la formación de redes sociales y de apoyo mutuo.
Y con este objetivo, comentábamos, seguimos trabajando, intentando crear y fortalecer los espacios de encuentro y socialización en Campoo Los Valles, como estrategia para potenciar el sentimiento de comunidad y contribuir, con ello, a la prevención de la soledad no deseada y el aislamiento social.
Aprovechamos también estas líneas para dar las gracias al Colegio Oficial de Trabajo Social por la invitación y por darnos la oportunidad de conocer el trabajo de otras compañeras y compañeros de profesión.